Compartir artículo por:

¿Sientes que nunca es suficiente?

 

¿Acabas un proyecto y ya tienes la cabeza en el siguiente, sin celebrar ese éxito?

Detrás de ese funcionamiento puede haber una elevada autoexigencia.

Y… ¿Qué es la Autoexigencia?

“La palabra autoexigencia proviene del latín de las palabras “auto“ a mí mismo y “exigencia” por tanto es el acto de exigirme a mí mismo.

 

Y…¿Crees que es una característica positiva o negativa?

La autoexigencia es un continuo, un punto equilibrado de autoexigencia sería interesante, pero los extremos nos podrían generar dificultades.

Ser autoexigente es dar lo mejor de uno mismo para hacer bien las cosas, con una autoexigencia alta, se consigue estudiar mucho, ser un deportista de renombre y alcanzar puestos ejecutivos importantes.

El problema nace cuando la autoexigencia se extrema.

La autoexigencia esta muy vinculada al patrón perfeccionista, resulta que de entre todos los defectos que existen, el perfeccionismo, es uno de los mejor considerados… sin embargo veremos que también hay dos tipos, el perfeccionismo adaptativo que nos empuja a hacer bien y grandes cosas y el perfeccionismo desadaptativo que nos genera sufrimiento, y que se da al extremar esta condición.

Ambas características de forma equilibrada pueden aportar logros en positivo pero llevadas al extremo generan sufrimiento.

¿Qué es ser perfeccionista?

Ser perfeccionista es un patrón de la personalidad rígido y estable en el tiempo que se caracteriza por:

  • Metas irrealistas e inalcanzables
  • Alta sensibilidad a las críticas
  • Dificultad para aceptar el fracaso y los errores
    • Miedo a cometer errores
    • Baja capacidad para delegar
  • Un rígido pensamiento dicotómico. Esto significa pasar del blanco al negro, “o está perfecto o no sirve”, “o se hace bien o no se hace”, “o está perfecto o está horrible”
  • Dificultad para tomar decisiones. Esto es debido al amplio estudio de pros y contras para asegurar el éxito que una persona perfeccionista ha de hacer antes de tomar una decisión, junto al miedo a cometer errores, convierte el proceso en un evento difícil, lento y tedioso.

Si sientes que eres muy crítico contigo mismo, tiendes a interpretar los errores como un fracaso, tienes muy presente que un error va a hacer que dejes de ser respetado, sientes inseguridad sobre si has desarrollado una acción de forma satisfactoria, o tienes alta tendencia al orden y al control…sería interesante trabajar esto en terapia.

Y tras la teoría …en la vida cotidiana:

 ¿Cómo podemos detectar actitudes que podrían tener detrás una conducta perfeccionista?

  • Sentir incertidumbre y la idea de que algo va a salir mal, si no se tiene el control, o no está en tu mano el resultado.
  • Control excesivo hacia los demás, puede que los amigos los definan como mandones.
  • No conseguir delegar tareas, pensar que los demás lo van a hacer mal, no por creerse mejores, sino bajo la idea de que otro le va a dedicar menos tiempo, o porque al delegar no se puede estar seguro de que otro se entregará al máximo.
  • Control de la expresión emocional, no dejarse llevar por las emociones.
  • Hipersensibilidad a la crítica, dificultad para recibir una crítica.
  • Estado de hiper alerta, ante cualquier pequeña cosa, sentir gran nivel del estrés.
  • Dificultad en la toma de decisiones, el miedo al fracaso y el exhaustivo análisis de pros y contras retrasa las decisiones.
  • Reconocer el valor más en el resultado, que en el esfuerzo.
  • Ser extremadamente minucioso.
  • Hiper responsabilidad, si se comprometen han de cumplirlo (pueden darse dos extremos, o no meterse por miedo a no cumplir y llegar al punto de la procrastinación y la paralización, o meterse y sacrificarse al máximo)
  • Extremismo “o se hace perfecto o no se hace, no vale algo medio”.
  • Inconformismo, no sentirse satisfecho consigo mismo, nunca es suficiente.
  • Negativo, tendemos a creer que algo nunca es suficientemente bueno
  • Cuando se logra algo, dudar del merecimiento, y en cualquier caso solo creer merecerlo si se ha conseguido por sí mismo.
  • Alto sentido de la justicia, hasta el punto de perjudicarse si es necesario, cierta dificultad para aceptar favores.
  • Sentimiento de culpa en estado improductivo, (no poder parar de hacer cosas, si hay tiempo libre iniciar tareas para sentirse productivo)
  • Dificultad para disfrutar
  • Anhelo sobre la libertad de otros, que no se permite uno a sí mismo.
  • Caer en la ira perdiendo el control y gritando a los demás

¿Que hace a una persona perfeccionista?

Se cree que el origen está en el apego recibido, principalmente en la historia de vida, en algún momento fue adaptativa esta conducta perfeccionista y se fijó en las redes neuronales. Es posible que en algunos casos provenga de conductas producto del modelaje, aprendidas por observación de figuras referentes, o como respuesta a un medio hostil.

¿Qué puedo hacer si me reconozco en esta descripción o en gran parte de ella?

 

  • Lo primero es darme cuenta, ser consciente de mis características
  • Debo conocerme, observarme, escucharme, aceptar mis errores y limitaciones
  • Aprender a cambiar el diálogo interno, trabajar la culpa y la crítica
  • Aprender a pedir perdón y auto-perdonarme
  • Valorar el esfuerzo más que el logro
  • Limitarme a hacer lo que me toca no siempre a mejorarlo
  • Conectar con mis necesidades reales y cubrirlas
  • Expresar como me siento, pedir ayuda
  • Mostrarme vulnerable porque todos lo somos en algún momento
  • Vivir el presente
  • Aprender a Disfrutar
  • Reducir el autocontrol
  • Cuidar la higiene del sueño y la alimentación.
  • Aprender a poner límites
  • Ser flexible
  • No intentar agradar por encima de mi bienestar
  • Marcar metas realistas
  • Tomarme los errores como una oportunidad de mejora
  • Ser asertivo y saber decir no.
  • Ponerme obligaciones de ocio y tiempo libre a modo terapéutico.
  • Pregúntame el para qué de las cosas y hacerlas en base a un por qué no a un para qué.

¡La buena noticia es que podemos trabajar y modificar este funcionamiento!

No siempre es fácil, son un montón de modificaciones y cambios, si necesitas un apoyo en este proceso, consulta con tu terapeuta.

Lorena Rodríguez Pulgar.
Psicóloga General Sanitaria.
AIRE PSICOLOGIA

 91 029 3688

 hola@airepsicologia.com

 Calle Ginzo de Limia, 62, Bajo, Local 3, 28034 Madrid

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 × 2 =

Puntuación de aire psicología:
.