Compartir artículo por:

¿El mundo exterior es exactamente como lo percibimos?

Parece que el  agujero  podría  ser  más  profundo  de  lo  que  creemos. No todos percibimos el espectáculo de la misma manera.

Tenemos la sensación de que la mente es como una cámara que registra objetivamente nuestro entorno. Sin embargo, nuestra mente no es un mero espejo que refleja fielmente el exterior, sino que la mente construye, elabora, filtra, atenúa, magnifica la realidad.

¿Qué guía la percepción que tenemos de las cosas, de los acontecimientos, del entorno social, de nosotros mismos?

Veamos el proceso:

Los sentidos – vista, oído, tacto, olfato, gusto –  son los puertos de entrada de la información.

Nuestro cerebro recibe esta información sensorial y la codifica o traduce al lenguaje de nuestra mente.

Finalmente nuestra mente realiza una interpretación de esta información. Esto último es lo que entendemos como pensamiento, es decir, la idea de lo que creemos haber visto, oído, sentido, etc.

La atención media entre los sentidos y el cerebro, es la que decide qué información recogemos y cuál no. Nuestra mente no codifica todas las cosas a las que los sentidos están expuestos. La atención es selectiva, no recoge todo, sino aquellos aspectos más salientes, más relevantes, para cada uno de nosotros.

¿Por qué nuestra atención se fija en unas cosas y no en otras?

Nuestras expectativas, hipótesis, propósitos, deseos, temores, etc. van a influir en aquellos aspectos en los que se fija nuestra atención.

Por tanto, en base a esta selección e interpretación podemos pensar que nuestra mente es creadora de la realidad y no un espejo fiel de lo que acontece.

A través de la percepción las personas tomamos decisiones, incluidas las sociales:

elegimos  amigos,  pareja,  etc.  La  forma  cómo percibimos   nuestro   entorno   físico   y   social también influirán en decisiones comerciales: Por ejemplo,  qué  coche  o  ropa  me  compro.  Las aplicaciones de esto último las conocen bien las compañías que invierten en neuromarketing, que consiste precisamente en aplicar al ámbito de la mercadotecnia los conocimientos de lasneurociencias sobre la forma en la que percibimos y reaccionamos a los estímulos.

Percibimos de acuerdo a quiénes y cómo somos, a nuestra experiencia previa y conocimiento del mundo, a nuestras propias circunstancias, deseos y expectativas.

Percibimos de acuerdo a quiénes y cómo somos, a nuestra experiencia previa y conocimiento del mundo, a nuestras propias circunstancias, deseos y expectativas.

Ejemplos para reflexionar:

    «Animales  inofensivos:  el  tigre,  el  león  y  la  pantera;  animales  altamente peligrosos: la gallina, el ganso y el pato», decía una lombriz a sus hijos.

    Frente a una botella que está justo a la mitad de su capacidad, habrá quienes digan  que  está  medio  llena  y  otros,  medio  vacía.  En  base  a  lo  que  ya sabemos, ¿qué puede influir en su percepción?

    ¿Qué es más real para una persona, la realidad física o la realidad psíquica?

¿Qué ves en esta imagen, qué percibes?

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

catorce − uno =

Puntuación de aire psicología:
.